Mientras los blancos cedían terreno en estos campos, el Barça se paseaba demostrando una tremenda superioridad.
La maldición de Riazor parecía olvidada para los blancos tras el taconazo de Guti pero la realidad volvió a demostrar que el Real Madrid vuelve a sufrir en campos donde se juega literalmente la Liga.
Pasó en Pamplona, feudo hostil para los madridistas, donde un gol de Aranda echó por tierra el trabajo de los blancos y se repitió en el feudo deportivista, donde el Madrid no fue capaz de ganar pese a disponer de oportunidades claras de gol.
La renta de siete puntos con los que cuenta el Barcelona se fundamenta en el fallo de los blancos en casa de los modestos. Además de Osasuna y Deportivo hay que recordar el pinchazo ante Levante (0-0), Almería (1-1) y Mallorca (0-0).
Todo lo contrario le ocurre al Barça. Con la victoria de ayer son 19 jornadas sin perder ni un partido como visitante. La última vez que los azulgrana cosecharon una derrota como visitante fue el 14 de febrero de 2010 en el Vicente Calderón.
A falta de su visita al Ciutat de Valencia los de Guardiola han arrasado a los rivales contra los que ha sufrido el conjunto de Mourinho: Almería (0-8), Osasuna (0-3), Deportivo (0-4) y Mallorca (0-3).
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